Yo fui
siempre un niño inquieto.
con una
cabeza desordenada,
Ya no sé ni
lo que pienso,
despierto de
noche,
para morir
de madrugada.
Mi alma
manchada de ron,
mis
zapatos de lágrimas tristes
Desnudos de
tu sabor,
mis labios
enloquecen
por saber dónde
te fuiste.
En los bares
nadie sabe
el camino
que tomaron tus tacones,
huyendo del
pasado,
sin volver
la vista atrás
dejando tiempos mejores.
Ahorcado en
tus reproches.
mi fino
cuello ya no da para más.
No más
gritos en la noche
no más
preguntas sin por qué.
El silencio,
tu verdad.
MFV
No hay comentarios:
Publicar un comentario