16.3.12

Una última pregunta

No he venido a enseñar arquitectura,
todas mis casa se cayeron solas
dejando mi alma desnuda
a merced del indiferente vaiven de las olas.

Nunca vine a robarle tiempo al Sol,
para que deje de girar mi vida.
Y saber donde me encuentro yo
y donde puedo encontrar la salida.

No fui bueno con los juegos de azar,
mi suerte viajaba en los vagones
de trenes que nunca paraban,
para bajarme de los errores. 

No soy muy de abrir mi pecho
y a ver que encuentra el mundo.
Todos mis consejos viejos
y mis miedos más profundos.

No me gustan las acrobacias
que hacen locos corazones,
por terminar cuanto antes las historias,
sin que empiecen los perdones.

Nunca me llamaron desde el cielo,
diciendo que mi vida estaba lista.
Reclamé que me dieran los restos
de la infancia menos divertida.

Nunca he dicho nunca,
ni negué mis afirmaciones.
Una última pregunta,
¿la amé más por los dolores?


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