Alma, ¿eres tú quién llora?
Miro debajo del manto
de flores, inmenso tapiz
donde descansan mis pies,
y veo ríos de lágrimas,
nubes que mis ojos ayer
sobre un cielo dibujaban.
Es mi alma, casi sin luz,
la que a mi lado hablaba.
"¿Y ahora qué? Dímelo tú.
¿Cómo pretendes que viva
los días que volarán,
las mañanas que reposan
cerca de la soledad
que acompaña mis heridas?"
Calma, descansa, no llores.
Estoy buscando y me pierdo
por los cabellos del bosque
que nos roba, inocente,
las blancas hojas del cielo.
Ya no soy más el que siente
el viento hecho de cristal,
invisible mar de tela
que ahoga nuestro andar
y desnuda la marea,
donde nadan los abrazos
que nuestra estela dejó.
Alma, tanto has derramado.
Poco más hay que sufrir
mientras este yermo páramo
prolonga el lento latir,
languidece sin pausa,
y su cadencia agoniza.
Dos neuronas, un solo hombre.
Silencio, se piensa.
18.3.17
4.3.16
Serán solo cien palabras
“Serán solo
cien palabras” informó con monótona melodía la máquina expendedora de
medicamentos. La anciana fijó su mirada en el contador que otorgaba un tono
rojizo a la palidez de su longeva muñeca. Tan solo una unidad separaba las dos cifras
que condicionaban el intercambio comercial. Demoró la decisión unos segundos
aunque ya estuviera tomada desde hacía siete años. Quizás por ese miedo tan
humano a tomar cualquier decisión que haga desaparecer un camino distinto.
Siempre hay un resquicio por donde la carne humana se permite alzar la voz por
encima de la lógica.
Giró la
cabeza y observó una fila de personas que la miraban impacientes, incluso con
cierto atisbo de mosqueo, pero ella sabía que no le dirían ni una palabra
aunque la espera hubiera durado horas. Cuando uno tiene que decidir cuándo merece la
pena hablar, aprende el significado de las palabras que emiten las miradas y
los gestos.
Acercó al
lector su muñeca, que ahora adquiría tonalidades azules, observando como bajaba
la cifra del contador mientras los medicamentos iban apareciendo en una bandeja
próxima. Cuando hubo terminado los guardó en una bolsa y salió de la farmacia
mientras las personas de la fila la despedían con una mirada cargada de
empatía. El silencio de los que comparten una historia y se ven unidos por un
dolor común que transpira la piel.
La anciana
transitó el camino de vuelta cargada con los medicamentos, pero soportando el
peso que aquella diferencia se había quedado grabada en su muñeca. Cada paso le
hacía pensar en el poco valor que se le da a las cosas rutinarias y simples que
cíclicamente llenan las horas de nuestros días, hasta que un día pasan a ser un
bien preciado que debe ser racionado.
Abrió la
puerta de casa y el también anciano suelo de madera le dio la bienvenida al
peso de sus pies. Recorrió el pasillo sin hacer más ruido del inevitable y con
delicadeza abrió la puerta de su dormitorio donde le esperaba un cuerpo incapaz
de levantarse, pero que con un parpadeo y un temblor de labios le indicó que
estaba allí junto a ella. La anciana descorrió mínimamente las cortinas para
que la luz entrara tímidamente en la habitación y alumbrara el rostro que desde
la cama la miraba fijamente.
Depositó la
bolsa llena de medicamentos en la mesilla de noche donde quedaban botes
etiquetados vacíos. Acarició la frente y las mejillas que acompañaban a
aquellos ojos vigilantes, surcadas por unas arrugas que sentía como propias
pues había colaborado en aquel cincelado cuyo reflejo era su propio rostro. Se
inclinó para acercar sus labios teñidos de carmín a la oreja de aquel cuerpo próximo
a sumirse en el silencio.
- Gracias.
Desapareció
la diferencia del contador. Se miraron más allá de las lágrimas que inundaban
sus ojos. Nunca más se volvieron a escuchar palabras en aquella habitación
tímidamente iluminada.
MFV
3.9.15
La realidad equivale a un parpadeo
Cuando se durmió, el horror todavía estaba allí. El hambre seguía
siendo el único alimento que llenaba los estómagos de números recogidos en las
estadísticas. Las nubes que sobrevolaban los mares continuaban observando
pequeños islotes a la deriva donde antes había una embarcación de madera, en la
proa una bandera color esperanza y en la popa un motor cargado de miedo. Cientos
de gaviotas de acero transportaban a la muerte envuelta en una sábana tejida por
defensores de la paz y la justicia, y la dejaban caer al vacío para poblar la
tierra de árboles de fuego y humo. La inhumanidad se disfrazaba de casquillo y jugaba a ver quién podía ir más rápido y
llegar más lejos. Desfiles de corbatas y descapotables avanzaban por las calles
ante la atenta mirada de vasos de plástico convertidos en improvisadas huchas,
llenas con los ahorros de toda una hora. Cada golpe de aguja de los relojes emitía
un sonido que indicaba que no solo los segundos mueren a lo largo del día.
Pero cuando despertó, la televisión estaba apagada y el
mundo en silencio. Sonrió.
14.8.15
63
Ocho y media de la tarde. El día comenzaba a languidecer con
los últimos broches de luz. El edificio estaba casi vacío: los
funcionarios ya se habían marchado, los teclados guardaban silencio, descansando
tras una dura jornada, y los percheros respiraban aliviados sin el peso de las
americanas. A lo lejos se escuchaba una aspiradora y una conversación amena que
rompían la tranquila llega de la la noche.
En ese instante, un teléfono sonó en el despacho del
gabinete de prensa del presidente, uno de los pocos que quedaban iluminados. La
voz de un hombre se unió al resto de ruidos que enturbiaban la serenidad que se respiraba en el edificio. La conversación fue breve, monosilábica. Se escuchó como
el hombre colgaba el teléfono y salía corriendo de su despacho en dirección a la
puerta que había unos metros a la derecha. Llamó a la puerta golpeando tres veces y
entró después de oír una voz que le daba permiso.
-
Buenas tardes, señor presidente. Lamento
interrumpirle pero he recibido una llamada escalofriante.
-
¿De qué se trata? – preguntó el Presidente
alarmado.
-
Me acaban de confirmar un dato que desconocíamos.
Han fallecido 63 personas hasta la fecha. No sé cómo ha podido ocurrir
sin que nos enteráramos, lo lamento señor. Pienso encargarme personalmente de
descubrir cómo ha sucedido…
-
Tranquilo, tranquilo, vamos a serenarnos -. El
presidente y su jefe de gabinete se quedaron en silencio, mirándose
el uno al otro pero con la mente más allá de las barreras físicas de aquel
despacho. Solo se escuchaba la tenue cadencia que marcaban sus respiraciones. Pasados unos minutos, el presidente comenzó a hablar con voz
pausada.- ¿Quién te ha facilitado la cifra?
-
La llamada provenía del Ministerio del Interior,
presidente. La policía les ha comunicado el dato después de llevar a cabo una
investigación.
-
De acuerdo –el presidente continuó meditando
mientras observaba a través de las ventanas el vuelo de los pájaros, regresando
a sus casas-, ¿quiénes son las víctimas?
-
No nos lo han podido confirmar aún, señor. Les
he pedido que llamen a su despacho en cuanto tengan toda la información del
caso.
-
Bien hecho, gracias.
El presidente se levantó de su silla y comenzó a pasear por
el despacho pensativo, sin decir nada, ante la atenta mirada de su ayudante.
Sabía que algo había hecho mal, era responsable de la vida de todos los
ciudadanos del país y tenía que estar preparado para afrontar la causa de
todas esas muertes. Debía valorar todas las posibles variables para tener
preparado un plan de acción en cuanto le confirmaran cuál de ellas era la
correcta. El jefe de gabinete pareció leerle la mente, pues se sentó en la
silla colocada frente al escritorio, saco el bolígrafo y la libreta que siempre llevaba en el bolsillo y comenzó a hablar mientras el presidente
se sentaba de nuevo en su silla.
-
Veamos, presiente. ¿Podría tratarse de ETA?
-
Me extraña. Aunque aún no han entregado sus
armas, llevan tiempo respetando el alto el fuego. Sin embargo, por si acaso
deberíamos llamar al presidente del País Vasco y hablar con el ministro del
interior para que hable con el jefe de la policía nacional.
-
Quizás deberíamos hablar también con el
presidente de Francia para que sus agentes colaboren con nuestras fuerzas de
seguridad. ¿Nos falta alguien más?
-
Puede ser –contestó dubitativo el presidente-.
Deberíamos ponernos en contacto también con las autoridades marroquíes por si
se ha producido alguna fuga. Aunque no hemos recibido noticias del paso de
algún etarra conocido por la frontera, pero debemos asegurarnos.
-
De acuerdo, lo tengo todo apuntado –mientras
hablaba con el presidente iba anotando cada línea de actuación-. Luego hablaré con el jefe del CNI para
ver si saben algo más.
-
Buena idea. Debemos estar preparados por si se
trata de terrorismo islámico, porque en ese caso deberíamos ponernos en contacto con el
embajador de Estados Unidos para actuar conjuntamente con la CIA. Ya sabemos lo
preocupados que están y cualquier noticia que tengamos se la debemos comunicar. Cabe la posibilidad de que tengamos incluso que aprobar un real decreto para aumentar el gasto en defensa.
-
Podría ser, aunque no se corresponde con su
modus operandi. Las muertes han sido puntuales y no nos consta que se haya producido ningún
gran atentado –ambos se quedaron pensativos, intrigados por conocer cuál era el
motivo de todas esas muertes que se les había escapado-. Señor presidente, ¿y
si se deben a varios accidentes ferroviarios? Puede haber defectos en los
protocolos de seguridad o en la estructura de las vías.
-
Es posible –le dio la razón el presidente
mientras se rascaba la barba, sopesando esa posibilidad-. En caso de que sea
cierto, tenga a mano los teléfonos de todos los presidentes de las distintas
compañías. Querrán encargarse ellos de las investigaciones pertinentes cuanto
antes.
Siguieron intercambiando opiniones y ideas cuando la conversación fue interrumpida por el teléfono del presidente. Este
se dirigió rápidamente a su escritorio y se sentó mientras descolgaba el
teléfono. Su jefe de gabinete permaneció expectante, intentando descifrar parte de la conversación a partir de los gestos del presidente o de
sus palabras, pero tan solo decía “sí”, “entiendo” o “gracias”,
lo cual no aportaba mucha información. Sin embargo, a los pocos minutos el
presidente colgó el teléfono, se recostó en su silla y exhaló con un sutil matiz de alivio.
-
¿Y bien? –preguntó impaciente el jefe de
gabinete ante el silencio del presidente-. ¿Era el ministro del interior?
-
Mujeres.
-
¿Cómo?
-
63 mujeres –respondió el presidente elevando el
volumen-. Se trata de 63 mujeres, víctimas de violencia de género.
-
Entiendo. Esto no lo teníamos previsto. ¿Cuál es
el procedimiento a seguir?
-
Vaya a su despacho y escriba un tuit mandando
mis más sinceras condolencias a las familias de estas mujeres -contestó con firmeza el presidente tras meditar cuáles eran los pasos a seguir-. Tengo una cena
importante con los empresarios más prestigiosos del país y no puedo retrasarme
más. Mañana sacaremos una nota de prensa.
Cuando terminó de dictar sus instrucciones, cogió su
teléfono móvil y se marchó del despacho, dejando solo a su jefe de gabinete.
Este fue a su escritorio y redactó en Twitter el más profundo y sentido pésame
en nombre del presidente. 140 caracteres después cogió su americana del perchero y apagó la luz antes de cerrar la puerta, quedando el despacho completamente
a oscuras cuando la pantalla del ordenador desapareció.
MFV
25.5.15
El momento del realismo ciudadano
Enhorabuena a los premiados, gracias a las nuevas formaciones y respetuosos saludos a la vieja política, pues ahí sigue agonizando por encima de los vivos.
Tras las elecciones de ayer, a lo largo de estos días se harán una gran cantidad de análisis sobre qué significan los resultados y qué es lo que la ciudadanía demanda a la luz de los votos emitidos. Muchos acertarán y muchos fallarán, y probablemente un mismo análisis cumpla estas dos premisas al mismo tiempo en función del receptor de la información.
Lo positivo y negativo de estas elecciones es que el bipartidismo ha perdido su hegemonía, que no su poder como fuerza política pues en pocas ciudades (Barcelona, Madrid y algunas gallegas) las candidaturas de unidad popular han conseguido ser la lista más votada o la segunda con posibilidad de disputar la gobernabilidad mediante pactos.
El PP consigue ser la primera fuerza política en muchas ciudades y autonomías, parece ser que la ciudadanía no ha castigado suficientemente la red de corrupción creada en diversas zonas de España. Esto se explica con la concepción hoy en día de la política como un show muy similar al fútbol, donde las ideologías desaparecen para dar paso a un equipo que defiende unas políticas concretas y si juega mal, es por culpa bien del entrenador o de pocos jugadores, no del equipo entero, aunque hasta el que trae las toallas haya robado un par de millones y viaje más a suiza que cualquier ciudadano medio.
El PSOE ha caído en alguna ciudad importante como es Madrid o Barcelona, allí donde la unión popular ha tenido un gran éxito, pero se ha mantenido como segunda fuerza, o incluso como primera, en otras tantas ciudades y comunidades autónomas, como Sevilla o Asturias y Extremadura. Muchos periodistas califican los resultados de estas elecciones como un giro a la izquierda. Imagino que todo dependerá desde donde partas en el espectro político, porque comparando al PSOE con Alianza Popular pues sí se trataría un giro a la izquierda. En cambio si partes con lo que ideológicamente se ha identificado como izquierda en la tradición política, PSOE sería un partido socialmente de izquierdas pero económicamente neonotantocomoelPPperocasiliberal. Es decir, un PP pero sin quemar homosexuales o a madres abortistas. Los matices están ahí, pero se confunden en cuanto te quitas las gafas y miras a través del euro.
Y por último, las candidaturas de unidad popular impulsadas por Podemos o este mismo partido en las autonomías, partiendo de la nada han conseguido un resultado excelente, máxime en A Coruña, Madrid, Barcelona o Cádiz. En estas ciudades sí ha triunfado el cambio, la gente ha superado el miedo a lo nuevo y ha confiado su futuro próximo en formaciones integradas por personas procedentes de diferentes esferas de la izquierda. Sin embargo en muchos otros sitios, para un ciudadano cualquier como yo, no se han cumplido las expectativas. Siendo realista, con los datos en la mano la ciudadanía o la gente no apoya el cambio (de momento) y siguen prefiriendo formaciones tradicionales a Venezuela o a ETA, como dirían los medios de desinformación capitalistas.
Esto no es una gran noticia, a pesar de que los resultados son buenos para una formación nueva pero se han quedado en la orilla si escuchamos las expectativas generadas y anunciadas. Sus líderes analizaron de manera certera el origen de la crisis y señalaron con precisión milimétrica a sus culpables, sin embargo creo que se han excedido en soberbia y prepotencia en sus mítines con "la ilusión, la gente, el cambio" porque no se ha trasladado con igual magnitud esa emoción ciudadana que proclamaban en votos y concejales. Pero también coincido en que para conseguir la luna hay que subirse al tejado y no a una butaca, por utópico que sea ésto.
Pero sí tenemos que estar contentos porque gente nueva, aire fresco entra en las instituciones y pueden demostrar que otra forma de hacer política es posible y puede ser eficaz. Ahora vamos a ver si la unión popular es capaz de convencer con sus medidas de que el cambio es realizable, que hay determinados aspectos de la política cuya eficiencia no puede ser medida solo con los parámetros económicos, como bien decía Jose Manuel López, candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid. La semilla está plantada, ahora queda un semestre antes de las generales para que las políticas inmediatas den sus frutos y convenzan, pues solo así se conseguirá un cambio ideológico.
Es el momento de los pactos y ahí se verá la madurez política de las formaciones nuevas y la madurez de los ciudadanos. Podemos lleva criticando al bipartidismo desde su nacimiento aunque últimamente haya centrado su discurso en atacar al PP y olvidarse un poco del PSOE, supongo que en vistas a que en muchos municipios y comunidades tendrían que pactar con ellos para que la derecha más derecha no consiga gobernar.
A esto me refiero con el realismo ciudadano. Hay que estar conectados con la realidad y la realidad es que el cambio acaba de nacer pero aún no ha aprendido a caminar, y para aprender necesitamos ir de la mano. Presumiblemente Podemos pactará con el PSOE en aquellas autonomías o municipios en los que su suma supera a una posible coalición de derechas PP+ C's. Podríamos decir que va a traicionar sus ideales o a sus votantes, pero nosotros debemos entender que para ganar apoyo hay que convencer y permitir que gobierne la derecha supondría un gran varapalo para la gente, como ellos dicen. Debemos comprender que Podemos y PSOE están destinados a entenderse y que Podemos, con transparencia y explicando detenidamente sus medidas, tendrá que convencer a sus votantes por qué son necesarias estas coaliciones. En política no es todo blanco o negro, es una gama muy amplia de grises y Podemos debe pintarlo de morado y los ciudadanos dejar a un lado la ortodoxia para meternos en la realidad del día a día de la política, donde de verdad se pueden inclinar las decisiones para beneficiar a la mayoría social. Cerrándose en banda es donde no se consigue nada.
Los ciudadanos entran en las instituciones y su actividad política concreta deparará si el cambio se produce o no en las generales. El camino se presenta interesante, hay que caminarlo juntos.
La democracia no es aquello que vemos en el telediario, es la implicación activa de la ciudadanía en su propio futuro. Salud, república y unidad popular.
MFV
Tras las elecciones de ayer, a lo largo de estos días se harán una gran cantidad de análisis sobre qué significan los resultados y qué es lo que la ciudadanía demanda a la luz de los votos emitidos. Muchos acertarán y muchos fallarán, y probablemente un mismo análisis cumpla estas dos premisas al mismo tiempo en función del receptor de la información.
Lo positivo y negativo de estas elecciones es que el bipartidismo ha perdido su hegemonía, que no su poder como fuerza política pues en pocas ciudades (Barcelona, Madrid y algunas gallegas) las candidaturas de unidad popular han conseguido ser la lista más votada o la segunda con posibilidad de disputar la gobernabilidad mediante pactos.
El PP consigue ser la primera fuerza política en muchas ciudades y autonomías, parece ser que la ciudadanía no ha castigado suficientemente la red de corrupción creada en diversas zonas de España. Esto se explica con la concepción hoy en día de la política como un show muy similar al fútbol, donde las ideologías desaparecen para dar paso a un equipo que defiende unas políticas concretas y si juega mal, es por culpa bien del entrenador o de pocos jugadores, no del equipo entero, aunque hasta el que trae las toallas haya robado un par de millones y viaje más a suiza que cualquier ciudadano medio.
El PSOE ha caído en alguna ciudad importante como es Madrid o Barcelona, allí donde la unión popular ha tenido un gran éxito, pero se ha mantenido como segunda fuerza, o incluso como primera, en otras tantas ciudades y comunidades autónomas, como Sevilla o Asturias y Extremadura. Muchos periodistas califican los resultados de estas elecciones como un giro a la izquierda. Imagino que todo dependerá desde donde partas en el espectro político, porque comparando al PSOE con Alianza Popular pues sí se trataría un giro a la izquierda. En cambio si partes con lo que ideológicamente se ha identificado como izquierda en la tradición política, PSOE sería un partido socialmente de izquierdas pero económicamente neonotantocomoelPPperocasiliberal. Es decir, un PP pero sin quemar homosexuales o a madres abortistas. Los matices están ahí, pero se confunden en cuanto te quitas las gafas y miras a través del euro.
Y por último, las candidaturas de unidad popular impulsadas por Podemos o este mismo partido en las autonomías, partiendo de la nada han conseguido un resultado excelente, máxime en A Coruña, Madrid, Barcelona o Cádiz. En estas ciudades sí ha triunfado el cambio, la gente ha superado el miedo a lo nuevo y ha confiado su futuro próximo en formaciones integradas por personas procedentes de diferentes esferas de la izquierda. Sin embargo en muchos otros sitios, para un ciudadano cualquier como yo, no se han cumplido las expectativas. Siendo realista, con los datos en la mano la ciudadanía o la gente no apoya el cambio (de momento) y siguen prefiriendo formaciones tradicionales a Venezuela o a ETA, como dirían los medios de desinformación capitalistas.
Esto no es una gran noticia, a pesar de que los resultados son buenos para una formación nueva pero se han quedado en la orilla si escuchamos las expectativas generadas y anunciadas. Sus líderes analizaron de manera certera el origen de la crisis y señalaron con precisión milimétrica a sus culpables, sin embargo creo que se han excedido en soberbia y prepotencia en sus mítines con "la ilusión, la gente, el cambio" porque no se ha trasladado con igual magnitud esa emoción ciudadana que proclamaban en votos y concejales. Pero también coincido en que para conseguir la luna hay que subirse al tejado y no a una butaca, por utópico que sea ésto.
Pero sí tenemos que estar contentos porque gente nueva, aire fresco entra en las instituciones y pueden demostrar que otra forma de hacer política es posible y puede ser eficaz. Ahora vamos a ver si la unión popular es capaz de convencer con sus medidas de que el cambio es realizable, que hay determinados aspectos de la política cuya eficiencia no puede ser medida solo con los parámetros económicos, como bien decía Jose Manuel López, candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid. La semilla está plantada, ahora queda un semestre antes de las generales para que las políticas inmediatas den sus frutos y convenzan, pues solo así se conseguirá un cambio ideológico.
Es el momento de los pactos y ahí se verá la madurez política de las formaciones nuevas y la madurez de los ciudadanos. Podemos lleva criticando al bipartidismo desde su nacimiento aunque últimamente haya centrado su discurso en atacar al PP y olvidarse un poco del PSOE, supongo que en vistas a que en muchos municipios y comunidades tendrían que pactar con ellos para que la derecha más derecha no consiga gobernar.
A esto me refiero con el realismo ciudadano. Hay que estar conectados con la realidad y la realidad es que el cambio acaba de nacer pero aún no ha aprendido a caminar, y para aprender necesitamos ir de la mano. Presumiblemente Podemos pactará con el PSOE en aquellas autonomías o municipios en los que su suma supera a una posible coalición de derechas PP+ C's. Podríamos decir que va a traicionar sus ideales o a sus votantes, pero nosotros debemos entender que para ganar apoyo hay que convencer y permitir que gobierne la derecha supondría un gran varapalo para la gente, como ellos dicen. Debemos comprender que Podemos y PSOE están destinados a entenderse y que Podemos, con transparencia y explicando detenidamente sus medidas, tendrá que convencer a sus votantes por qué son necesarias estas coaliciones. En política no es todo blanco o negro, es una gama muy amplia de grises y Podemos debe pintarlo de morado y los ciudadanos dejar a un lado la ortodoxia para meternos en la realidad del día a día de la política, donde de verdad se pueden inclinar las decisiones para beneficiar a la mayoría social. Cerrándose en banda es donde no se consigue nada.
Los ciudadanos entran en las instituciones y su actividad política concreta deparará si el cambio se produce o no en las generales. El camino se presenta interesante, hay que caminarlo juntos.
La democracia no es aquello que vemos en el telediario, es la implicación activa de la ciudadanía en su propio futuro. Salud, república y unidad popular.
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