31.3.12

Viva la Vida

Me quedé mirando a aquel par de deportivas colgando del cable, con una sonrisa tonta en la cara.
Llevábamos todo el día andando por Florencia, aquella mágica ciudad italiana con una atmósfera única. Nunca había sabido que es lo que tenía esa pequeña urbe que tanto enamoraba a toda persona que por ahí pasara, pero fue colocar un pie en su suelo para entenderlo todo.
Habíamos estado viendo el Duomo, esa magnífica catedral, sencilla y simple para acoger al más grande de los invitados. Resulta que era la cúpula más grande de Europa, que se dice pronto, y ahí estaba yo, probablemente unos de los seres humanos más pequeños del mundo, un privilegiado que podía ver como se extendía la ciudad bajo sus pies desde la parte más alta del Duomo. Te sientes poderoso, debe ser un reflejo similar a Dios.
Después de ver la casa del Señor, fuimos al Ponte Vecchio, hogar de millones de amores guardados bajo llaves, colgando de una débil cuerda de hierro. Se disponían a lo largo de los lados, allí donde  hubiera un mínimo rincón sin enamorar. Aunque aquel paisaje pronto se difuminó por culpa del cristal translúcido de la lluvia, o eso pensábamos, pues en lugar de romper la luz que emanaba de la ciudad, concentraba la belleza y la elevaba hasta la máxima potencia.
La lluvia cesó, pero la belleza seguía en el ambiente y aprovechamos para ir al mirador de Miguel Ángel, desde donde la vista era aún mejor todavía, endulzada con acordes de "Viva la Vida" tocada por un artista de las cuerdas. No podía ser mejor ese día, ni mejor la canción escogida por el destino para acompañar aquel cuadro.
Sin embargo, mis sensaciones se vieron sobrepasadas por más sorpresas, ¡menudo día! Pasando de nuevo por el Ponte Vecchio, nos sorprendió un concierto gratuito en plena calle, aunque no diré que sea gratuito del todo porque las personas buenas pagaban a los dos músicos con papeles de colores y círculos de dos caras que les permitirían continuar en el futuro con aquel alegre espectáculo.
Teníamos ganas de fiesta, los hechos de aquel día nos habían animado. Así que, con cervezas en mano, comenzamos a desinhibirnos a ritmo de goteo en la antigua habitación del hostal. Todo eran risas, gritos, anécdotas y alguna que otra lágrimas de felicidad. Fueron cayendo, uno detrás de otros, y unos pocos nos quedamos para continuar nuestra particular fiesta por las calles de Florencia.
Seguimos riendo, corriendo, cantando y haciendo estupideces propias de la juventud, divino tesoro. En esas estábamos los jóvenes trotamundos cuando sufrí un tropiezo y casi caí al suelo, pero logré reponerme. El sobresalto hizo que una deportiva se me cayera y en la otra que el nudo se deshiciera. Pero yo, ingenuo de mí, me quité la otra deportiva, las uní mediante un nudo y miré hacia arriba, a un delgado cable que atravesaba la calle, uniendo las fachadas de dos edificios.
Bastó un solo lanzamiento de las deportivas para que se quedaran abrazando el cable, sin querer soltarlo. Ni en el mejor de los sueños me habría salido a la primera. Pero ni en el mejor de los sueños habría escuchado aquella risa. Me giré a ver de dónde provenía, del rostro más hermoso que había visto. Una joven italiana morena, una joven sonrisa celestial, una joven mirada mágica. Se acercó a mí y me ofreció un par de zapatos de su hermano, que le sobraban. Yo accedí sonriente y la acompañé a su casa, mientras charlábamos de manera distendida.
5 años después, allí estaba yo, mirando como el paso del tiempo no había hecho mella en mis deportivas. Yo sonreía, estaba lleno de felicidad, pero porque el paso de los años tampoco había hecho mella en aquella sonrisa italiana, aquella chica mágica y encantadora que en el pasado me ofreció un par de zapatillas, me había permitido caminar junto a ella por la vida.
Me miró sonriente, sabiendo que aquellas deportivas colgadas en el cable fueron el primer paso del camino que recorríamos juntos hacia el futuro.
Y aquel beso que nos dimos, era un pequeño alto en el camino.

MFV


3 comentarios:

  1. Decidiste que era mejor tu lanzamiento de deportivas que la chancla de dani al balcón no? jajaja :)

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  2. es un placer ser tu guía para que emociones de este modo :)

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