28.12.11

Mi condena

Fue conocerla y se quedó,
pero mal fue pensar en ella
como algo imborrable,
pues eso fue lo que la borró.

Miedo tuve del terror,
de alejarla con mis problemas.
Pero más antes que tarde,
el destino me alcanzó.

Ahora que no está, la añoro.
Se fue, es mi condena.
Hice lo imperdonable,
fui egoísta con la palabra amor.

MFV

27.11.11

Un amor de pocos

Bastó hablar de las palabras,
para que se las llevara el viento.
Fue observar nuestras miradas
cuyo cruce murió en el intento.

Tan solo la espalda lunar
para que las olas se detuvieran,
secando los sueños de cuna
de las vidas sin empezar.

Encontrar el sol en tu frío amor
para congelar mi alma,
buscar el invierno en tu mano
que caliente mi cama abandonada.

Odiar el regalo de tu sonrisa
por alegrar mis penas,
matarme sin ninguna prisa
en  las nubes de tu melena.

Subir desde el más alto cielo
al último de lo infiernos,
ser desgraciado es lo primero
cuando vives en el "querernos".

Vuela entre las piedras verdes
de agua roja y pura,
despertarme en los laureles
de tus piernas y tu locura.

Fue mirarte a los ojos
y cegarme con tus labios.
Un amor de los pocos
que olvidan los calvarios.


20.11.11

Desreflexionando

Desreflexionando, un gran título, ¿verdad? Porque parece que es lo que últimamente está de moda en este país de borregos, panderetas, tarugos, cabezas-locas y demás peyorativos.
Y es que este país, desde la caída de la dictadura que instauró Don Paquito, ha ido proclamando a los cuatro vientos que es libre, que la opinión de cada uno tiene cabida en esta sociedad que los entendidos y menos entendidos denominan "libre". Y esta yo creo que es la mayor mentira que nos han intentado vender desde que dijeron que el abre-fácil iba a terminar con nuestro problemas.
Porque aquí nadie es libre, una persona no puede opinar libremente su opinión en cualquier esquina, en un bar con amigos. Y lo que es peor, no puede manifestar su criterio en ninguno de los ámbitos que rodean la vida cotidiana. Y esto señores, es muy triste. 
Hemos entrado en una corriente autodestructiva para la vida en sociedad terrible. 
Hoy en día puedes ir por la calle, parar en una plaza bastante concurrida llena de indignados y decir que vas a votar al PP o al PSOE y te mirarán mal y recibirás críticas, opinarán que eres un conformista y que te encanta que unas cuantas sucursales dominen tu día a día, conduciéndote al mayor abismo que ha conocido la historia económica (y por lo tanto social). Y aunque no sea así, tú te sientes fatal y decides cambiar. 
Nos unimos a este maravilloso movimiento (lo cual opino de verdad), un movimiento que ha instaurado una conciencia social increíble, capaz de sacar a la calle hasta una débil ancianita, que simplemente piensa que ella no ha vivido tanto tiempo para ver como las injusticias crecen día tras día. Protestas, gritas, acampas, alzas las manos a modo de "grito en silencio" para demostrar a lo más alto, sin menospreciar a Dios, de esta democracia que no estás de acuerdo, que tú no has votado para que las cosas funcionen así y que quieres que las cosas cambien. Te crees en lo más alto de la cima, hasta que llegas a un ambiente inhóspito en el que te abuchean, te tachan de vándalo, anti-sistema, violento. Te llaman de todo menos bonito, destruyendo esa gigantesca conciencia social que habías tardado tanto tiempo en conseguir, y que en poco segundos le han puesto preciosos sinónimos: vagabundo, perro-flauta, iluso, idiota, pobre, etc.
¿Y ahora qué hago? Piensas dubitativo, perdido en una marea de opiniones que no se ponen de acuerdo, que casi te obligan a elegir un bando porque sino el otro intentará destruirte. 
Desconsolado, buscas cobijo en una iglesia, el consejo de un trabajador de Dios. Y te gusta, sientes que hay algo más ahí arriba que podrá ayudarte en los momentos de pesadez, en los malos ratos en los que la mala suerte entierra a la esperanza. Estás contento, perteneces a algo gigante, vas a misa cada domingo para dar las gracias por no estar solo, por ser uno más en un océano de fe. Y al salir de la Iglesia, ¡otra manifestación! Y como suele acompañar a estos eventos de protesta, escuchas otra retahíla de palabras bonitas dirigidas hacia tu forma de pensar, aunque bien distintas a las que oíste antes: pervertidos, ladrones, pedófilos, reaccionarios... Y vuelta a empezar
Empiezas porque sigues deambulando sin ninguna dirección, tus pies ya no saben hacia donde ir y están cansados de tanto movimiento, así que decides entrar en un bar a relajarte tranquilamente. Menuda casualidad, que están echando el clásico, y tú siempre has sido del Barça para que negarlo. Pero la mala suerte acompaña y estás rodeado de madridistas que al ver tus reacciones cuando el Barça le pega un repaso a su equipo del alma, empiezan a mirarte mal, a insultarte y poco les falta para propinarte algún que otro puñetazo.
Termina tu #jornadadereflexión, después de un día en el que te has sentido bipartidista (con negativa connotación), indignado perroflauta, católico de mierda y culé asqueroso, en un día en el que tu famosa libertad de la que hablaron en el 75 tras el fin de una época terrible, se ha visto pisoteada, escupida y maltratada por esa gente que presume de tener la misma libertad que tú. 
Tras 24 horas de antipensamiento, de desreflexión, llegas a la conclusión de que no se necesita un cambio político ni de valores, que no hay que cambiar conformismo por protestas ni la fe por realidad. Que el blanco no es mejor que el negro, ni una bella melena rubia conjuntada con la sonrisa más bonita que existe debe cobrar menos que una descuidada barba a juego con una tripita cerbecera. Que el color blanco no es superior al blaugrana. Que aquí, lo que hace falta, es cambiar el mundo, un mundo que va a la deriva, un mundo que es la suma de las pequeñas dictaduras.
Y para empezar a cambiarlo, hay que mirar que es lo más alto de la montaña. Porque los cambios, si se hacen bien, son una pequeña bola de nieve que va bajando sin encontrar obstáculo alguno. Y para llegar al gran cambio que quiere cada uno, tenemos que elegir cuál es nuestra pequeña bola de nieve.
Y la mía es el respeto, por ahí tenemos que empezar.

MFV

12.11.11

Palabras

08:00 am, la lluvia golpeaba sin cesar la ventana.

En la calle, se detenía un coche negro. De él bajaba un hombre alto, vestido con una gabardina negra y sombrero a juego. Se acercó con paso acelerado hacia la puerta de la casa, intentando escapar del bombardeo de agua que caía del cielo. Cuando entró, la tímida luz del hall de la casa le iluminó mientras se quitaba el sombrero.
Era un hombre joven, de unos treinta años, aunque sus facciones le hacían aparentar alguno más de los que tenía. De pelo castaño, nariz afilada y una gélida mirada que hacía que te hundieras en aquel mar azul que rodeaba su pupila sin que pudieras evitarlo. Echó una breve mirada a la estancia en la que se encontraba. Era una casa modesta, sin mucha ostentación y más bien falta de muebles. "Aquí debe vivir alguien solitario" pensó el hombre. Sin embargo, se equivocaba.
Aunque la casa daba la impresión de ser un lugar triste y vacío, aquella mañana era un bullicio de gente. Agentes de policía, forenses y algún que otro periodista, intentando conseguir la mejor instantánea de la mañana, iban y venían por las distintas habitaciones de la casa. Gente hablando, gritos, llamadas de teléfono y los flashes de las cámaras rompían el silencio que debía de reinar en ese momento, por respeto.
El hombre se dirigió hacia la derecha, al salón de la casa en busca de una cara conocida, pero sin embargo lo que vio allí lo dejó sin habla.
Una mujer, de unos veinte años, rubia de ojos marrones, estaba tumbada en el sofá, aparentemente dormida. Pero estaba muerta, él lo sabía. Quizás fuera su extremada palidez o la extraña postura en la que se encontraba, no estaba seguro. Pero en el ambiente se respiraba tristeza, incluso se notaba cierta humedad, causada seguramente por alguna lágrima derramada. Y no era para menos, pues la joven tenía una belleza extrema, a pesar de su fallecimiento se podía ver la luz que salía dentro de ella, una luz que ahora estaba apagada.
- Escalofriante, ¿verdad, Johnson? - le comentó un hombre mayor, de unos 50 años.
- Nunca había visto algo así, detective McCartney.
McCartney era de la "Old School" de la comisaría de Chicago. Tenía el pelo cubierto de un manto blanco de canas, no por la edad, sino debido al estrés provocado por todos los años de servicio que llevaba a la espalda. Nariz basta y barba descuidada, así era el mentor de Johnson, su modelo a seguir. Siempre solía ser optimista y llevar una sonrisa ya gastada por los años a todos lados, pero ahí, en esa habitación, ante la escena que presenciaban, el optimismo no tenía cabida. Se encontraban ante la muerte de un ángel, el robo de la vida más terrible de la hsitoria.
- ¿Qué tenemos? - preguntó Johnson, rompiendo el silencio.
- Mujer blanca, de 23 años, su nombre es Beth. Estaba terminando la carrera de Bellas Artes y trabajaba por las mañanas de camarera sirviendo desayunos.
- ¿Vivía sola?
- No, al parecer vivía con su novio creemos. Mira.
McCartney le mostró una foto. Era Beth acompañada de un chico, el cual era su novio supuso Johnson por la actitud cariñosa de la pareja. Debería tener la misma edad que la joven. Era moreno, de ojos verdes y una tímida barba que empezaba a hacer aparición.
- ¿Sabemos algo de él? -  curioseó Johnson
- Tan solo que se llama Peter. Es como si hubiera desaparecido sin dejar rastro. No hay ni facturas, ni registros, ni ningún contrato que nos pueda dar algo de información. Es todo muy extraño
Johnson se acercó al cadáver de la joven. Rozó su mejilla y aún quedaba algo de calor humano, un leve prueba de que antes había una energía en aquel cuerpo que podía hacerla sonreír. Una lágrima calló de los ojos del joven detective y fue a morir en la mano de Beth. Había visto cientos de cadáveres, pero aquello era demasiado, y no sabía por qué.
- Detective Johnson - gritó un policia -. Hemos encontrado esta nota en la nevera.
El policía le acercó un post-it y Johnson leyó lo que decía.
- "No todo es tan sencillo, perdóname Beth. Te quiere, Peter" - Johnson se quedó callado, meditando un rato y se giró hacia McCartney -. ¿Qué cojones ha pasado aquí? ¿Crees que se ha suicidado?
- No sé que pensar, detective, pero creo que tengo una teoría. Dudo que se haya suicidado, lo que ha pasado ha sido culpa de las palabras.
- ¿Palabras? ¿Qué estás diciendo, que unas sucesión de letras han matado a esta joven?
- Voy a decirte algo, Johnson. Llevo casi 30 años siendo detective, viendo asesinatos, muertes que nadie puede imaginarse. Cientos de armas capaces de aniquilar cualquier rastro de vida que haya en un ser humano. Pero nada puede matar de forma más macabra, que las palabras, un uso indebido de ellas puede destrozarte por dentro y hacerte sentir la persona más miserable del mundo, y matarte de una forma única y terrible.
- McCartney, estás loco, no puedes estar diciéndome que Beth a muerto porque su novio le dijo que no la quería, que ha muerto por desamor. Es una estupidez.
- Seguramente sea una estupidez, pero así es la vida Johnson. La gente provoca estas situaciones estúpidas, en las que una joven muere sin razón alguna, porque un chaval no quiso ser valiente.
- No me creo lo que estás diciendo, eso no tiene validez ante un jurado.
- No pienses en la ley, piensa en la vida. En lo injusta que es, en como se escapa corriendo ante nuestros ojos. Piensa en como unas simple palabras, pueden provocarte el mayor de los dolores.
- Esto es una locura, ¿qué le digo a la prensa, que murió por escuchar unas palabras?
- Puede que muriera por las palabras... o tal vez porque nunca escuchó las palabras adecuadas. A veces la ausencia hace más daño que la presencia.
Y diciendo eso, McCartney se marchó a seguir observando la escena del crimen,si podía llamarse así, dejando al joven Johnson meditando sobre lo que acababa de oír. Palabras que matan, la ausencia de palabras arrebatando la vida de una joven estudiante de Bellas Artes. Menuda locura, pensó Johnson, mientras salía de la casa dispuesto a hablar con la prensa.
Y así quedó la habitación, con la verdad flotando en el aire, la mirada de Beth dirigida al infinito y su último pensamiento escapando de la muerte.

"Cuanto daño pueden hacer las palabras."

MFV

10.11.11

Sentado a la orilla de río




Ando buscando en los rincones
rimas sin ningún sentido,
en un mapa sin direcciones
abandonado por los caminos.

Fuiste en este drama el poli malo, 
el ladrón que robó mis llaves.
Cerraste el cajón de lo olvidado,
abriste el baúl de los disfraces.

Después de una noche de tantas,
volveremos a lo de siempre.
Tu jugarás a los fantasmas,
yo jugaré a no querer verte.

Sentado a la orilla del río, 
canto a mi triste compañera:
"¿por qué me siento tan vacío
cuando la luna está tan llena?"

Miran las tristes farolas,
caer mi lluvia en tu mirada.
Un sueño ahogado por las olas,
una sonrisa que sigue congelada.

Quise recuperar la historia
de aquel cuento sin argumento,
Soledad convertida en memoria,
del más triste de los tormentos. 

Una taza huérfana de café
dejó dormido mi corazón.
Despertará queriendo saber,
¿por qué robaste todo su amor?

MFV

9.11.11

The Last Song

Todo comenzó con el silencio, y resultó ser el círculo del eterno retorno, pues ahí se encontraba de nuevo. Solo, gritando al vacío, intentando escuchar, pero tan solo recibía respuestas del silencio.
Un silencio que había sido padre y mentor durante gran parte de su vida, como un abrazo vacío que le tenía preso, una cárcel invisible, una cueva para una luz que nunca había visto pero que sabía como era. Sabía como era por lo que había leído, lo que le habían dicho, pero sobre todo, la figura que tenía en mente provenía de los más profundo de su imaginación.
Fue esa imaginación, esa imagen que al final resultó ser una burda imitación de la original, la que le dio la vida, una razón para atravesar cada día el corredor de una muerte gris, sin sentido. Un corredor que cruzaba todas las mañanas sin pena ni gloria, y al que regresaba todas las noches de cada una de esas mañanas, siempre un poquito más desdichado que a la ida. Odiaba aquel corredor, más desde que aprendió a imaginar, pues su vida se resumía en eso: un pasillo que no acababa, interminable, y que cuando parecía que llegaba a su fin, un destino que para él siempre había sido injusto, le obligaba a repetir cada unos de los pasos que había realizado.
Estaba cansado de aquel corredor, hasta que un día decidió que quería saber lo que había al final del pasillo. Corrió, corrió y siguió corriendo, hasta que veía como la salida se iba haciendo cada vez más grande, y creyó ver que se dibujaba el rostro de una figura que le esperaba, cuya boca se ensanchaba dispuesto a salvarlo de la monotonía gris. Pero cuando llegó al final, a lo que parecía la salvación de una rutina soporífera, la figura que creyó ver se esfumó y se encontró con algo peor que el silencio tal vez: la nada. 
Una nada infinita, una ausencia del todo que rodeaba cada molécula que componía su realidad, su existencia. Una caída sin fondo en la que la gravedad no hacía presencia, pues él sabía que no estaba cayendo y quizás eso era lo peor, saber que estaba en medio de una caída, entre el infierno y el cielo, sin saber que hacer para avanzar, sin importar el destino. Pues llegado a ese punto, todo daba igual, cualquier motivo para seguir luchando le hacía reír y cerrar los ojos, intentando no ver en que se había convertido su vida. Había pasado del abrazo de unas paredes deseando juntarse a una estado intermedio entre la más completa felicidad y la peor de las desdichas. 

http://www.youtube.com/watch?v=MmZexg8sxyk&ob=av3e

Y fue en ese momento de desolación, cuando sus oídos fueron tocados. Una ligera brisa acarició la curva superior de su oreja, inundando todo su sistema auditivo desde el oído externo al interno, llenando todo su cerebro de mareas de felicidad. Mareas que trasladaron una corriente eléctrica, desde el rincón más oculto de su cerebro, hasta la última fibra de sus antes temblorosos pies, que comenzaron a sentir por primera vez la gravilla del camino que seguía, un camino que por fin le llevaba a alguna parte. La chispa despertó cada parte de su cuerpo que siempre le había parecido que estaba dormida. Sus brazos se llenaron de fuerza y sus ojos se tornaron azules, respirando vitalidad. Y por fin, la descarga alcanzó sus labios, rodeándolos de una electricidad que los despertó tras un eterno sueño, sonriendo por primera vez a la vida. 
Todas estas sensaciones y sentimientos que salieron a la superficie, venían acompañados de una melodía que intensificaba cada una de las emociones y hacía vibrar sus células intentando liberarlas de una cárcel invisible que no podía tocar ni ver, pero que siempre había sentido.
Y fue disfrutando cada segundo de felicidad que la vida le daba, una sensación que por justicia tenía que haber sentido desde su primer llanto. Y ahí estaba, por fin, después de vivir una derrota continua, estaba ganando la lucha. Se encontraba en el séptimo cielo, lo que antes era una caída se había convertido en la cima de una montaña de la que no quería bajar.
Pero él sabía de ciencia, y descubrió el poder de una caprichosa gravedad que lo hizo caer en el momento en el que la melodía terminó. Y si antes estuvo en un lugar intermedio entre la tristeza y la felicidad, ahora la caída fue más dura y supo que siempre estaría cayendo sumido en la tristeza, pues aquello que tanto añoró, el sonido de una voz, de unos instrumentos, se terminaría para siempre y le dejarían solo. Sollozando estaba y al borde de la locura, pero sin embargo, el intervalo de silencio fue interrumpido por la misma melodía, y también descubrió que la corriente eléctrica no había abandonado su cuerpo, sino que cada vez era más intensa.
Sin embargo, él seguía cayendo, destino desolación. Pero ahora no estaba solo, la Música, la única cosa persona que nunca había conocido, era su compañera. Y su vida fue una caída eterna con melodía de fondo, descubriendo por fin qué era la vida.

MFV

19.10.11

Tierra de miedos

Fue abrir la ventana,
y dejar escapar mis sueños,
volar junto a mi almohada,
perderse en los senderos.

Eran llevados por el viento,
acompañados por mis penas.
Se quedaron en el cielo
esperando las tormentas.

Y en el mar dormían solas,
melancólicas burbujas.
Flotando entre las olas,
sentíanse desnudas.

Corren por mi mente,
trenes carentes de destino.
Un pasajero se adormece,
en su trémulo vacío.

Ahora el ventanal cierra,
la entrada de mis sueños.
Estoy solo en esta tierra.
Soy presa de mis miedos.

7.10.11

A veces

A veces quiero gritar,
pero me falta la voz.

A veces quiero correr, 
pero las piernas me fallan.

A veces quiero llorar, 
pero mis ojos se quedan secos.

A veces quiero ver el Sol,
pero me encuentro con la Luna.

A veces quiero respirar,
pero el oxígeno se me escapa.

A veces quiero olvidar,
pero me ahogo en mis recuerdos.

A veces quiero odiar,
pero el corazón me endereza.

A veces salto al vacío,
pero el vacío evita mi caída.

A veces quiero estar solo,
pero siempre apareces tú.

5.10.11

Su historia

Fue su corazón el dónde,
y sus ojos el por qué.
La lluvia en su mirada
pidiendo no volver.

Buscaba su amor escondido,
tras el cristal de su sonrisa.
Vidriera de lo prohibido
adornando su cornisa.

Enredaderas que bajan,
desde el cielo a su cintura.
Labios rojos, color ternura,
que mil latidos paran.

Dios comenzó su historia
y mi tinta escribe el final,

puedo perderte en mi memoria
porque vives en el verbo amar. 

16.9.11

¿Dónde estás, poesía?

Ya no sé si estoy soñando
o se me olvidó sentir.
Busco en la semilla de las flores,
en las lágrimas de las nubes.
Apaciguo mi alma, que llora.
Se quedó sin luz, se quedó sin habla.
¿Y ahora qué? - me preguntó.
¿Cómo puedo vivir algo sin sentido?
Unos minutos que no cuentan,
unos recuerdos que olvidaré.

Duerme tranquila, alma,
estoy buscando.
Corro por los bosques y me pierdo.
Ni las estrellas iluminan ya.
Pájaros, ¿dónde estáis?
Callados, huérfanos de primavera.
Si fuera por mí, ya estaría muerto.
Pero no,
tengo que seguir, sé que está ahí.

Alma, deja de llorar, deja de sufrir.
Tienes miedo, lo sé,
siempre odiaste la oscuridad.
Pero ya no hay luz,
No queda nada, todo es un páramo.
Solos en el desierto, mi alma y yo esperamos.
¿Dónde estás, poesía?

MFV

22.8.11

El faro se apagó


Naciste en una esquina,
sumida en tu dolor.
Empezaste la vida,
muerto tu corazón.

Creciste olvidada
por los seguros ojos,
que vieron luz opaca
en tus sueños rotos.

El faro apareció
en el mar agitado,
vió luces en las sombras
y un fuego dormitando.

Recuerdos más oscuros,
que la cruz de la luna.
Dolores tan profundos
en busca de una cura.

Más tu historia es tan triste,
desde que comenzó,
que aquello que viste,
con fuego se grabó.

Pobre sonrisa corta
que no llega a eliminar,
el daño producido,
a tan temprana edad.

Ahora el faro se apagó,
solo queda la noche,
que cubre con su manto,
la vida que te robó. 

MFV

Cosas imposibles


Como encontrar una aguja en un pajar,
o desnudar al cielo de sus nubes,
quise quitarme las alas para volar
Y conseguir los sueños que nunca tuve.

Apagando por la noche las estrellas,
no quedó más luz que la cara lunar,
para dejar de piedra a las mareas
que mueven tus labios al murmurar.

Las esquinas lloran sin sus doncellas,
que se cansaron de vender su amor,
a trajes que vendieron sus empresas
porque el dinero les produce dolor.

Y es que tu mirada ha cambiado el mundo,
haciendo posible lo imposible.
Tu sonrisa es el último cartucho
para que la mala suerte termine.

Y ahora me encuentro solo entre la gente,
corriendo para llegar más despacio,
a vivir un futuro sin el presente,
a dejar sin planetas el espacio.

Olvidé todo lo que he aprendido,
en aquel centro de menores.
Ya no me encuentro tan perdido,
me salvaste de todos mis errores.

Amante de mis “peros” y mis dolores,
compañera eterna de la soledad,
cantante de blues en los corazones,
de quien busca un bar donde trasnochar.

Y es que tu mirada ha cambiado el mundo,
haciendo posible lo imposible.
Tu sonrisa es el último cartucho,
para que la mala suerte termine.

MFV

13.7.11

Piedras enamoradas

- ¿Qué son aquellas máquinas que vienen?
+ Lo llaman demoledoras o algo así.
- ¿Y para qué sirven?
+ Tengo entendido que solo valen para destruir cosas.
- Deben tener una vida triste si solo destruyen y destruyen.
+ Te sorprenderías de la cantidad de vidas que existen con el único fin que destruir.
- ¿Cómo nosotros?
+ No, nosotros no destruimos.
- ¿Y qué hacemos?
+ Simplemente estar.
- ¿Solo estar?
+ Sí.
- Entoneces, nuestra vida es igual de triste que aquellas... demolecosas o como se llamen...
+ Demoledoras.
- Da igual, pero ellas al menos se mueven, ven mundo. Nosotras no.
+ No digas estúpideces. Ellas, el mundo que ven y que observan, lo destruyen, ¿acaso eso te gustaría?
- Tan solo digo, que ellas ven mundo. Nosotras no.
+ ¿Nosotras no? ¿En serio piensas eso?
- Claro, estamos quietas, paradas sin hacer nada día y noche.
+ Reflexiona un poco y mira más allá del horizonte.
- ¿A qué te refieres?
+ Me refiero a que no estamos quietas, a que nos movemos al igual que el mundo se mueve. Cierto es que no realizamos ningún desplazamiento, pero aquí estamos, siendo testigos de eso que he oído llamado evolución.
- Me suena haber oído esa palabra, pero nosotros no.. evolucionamos.
+ Tienes razón, pero hemos nacido con un gran don.
- ¿Con un don?
+ Sí, tenemos el don de permanecer impasibles al paso de la historia, pero al mismo tiempo de disfrutarla. Hemos sido bendecidos con la virtud de ver como las personas evolucionan y cambian sus costumbres. Hemos sido testigos de como el mundo ha cambiado junto a ellos, como se hacía mayor todo lo que nos rodeaba mientras nosotros seguíamos tal y como nacimos.
- ¿Eso quiere decir que somos inmortales?
+ Jaja, ojalá fuéramos inmortales, pero desgraciadamente todo tiene su fin.
- ¿Cuándo llegará ese fin?
+ Hoy.
- ¡¿Cómo que hoy?!
+ Hoy moriremos, a manos de esas demoledoras cuya vida envidiabas.
- No puede ser, hay que hacer algo. ¡Tenemos que detenerlas!
+ No podemos hacer nada, no nos escuchan, nunca lo han hecho.
- Pero si somos lo que somos gracias a las personas, ¿por qué esas mismas personas son las que nos hacen añicos?
+ Porque son criaturas caprichosas, que un día te adoran y al siguiente buscan como acabar contigo, todo por sus propios beneficios. Son egoístas e impulsivos, que se mueven únicamente por la codicia, sin parar a pensar un momento en las consecuencias de sus actos.
- Entonces... ¿es nuestro fin?
+ Así es, esta es nuestra última conversación. Recuerda todo lo que has vivido, todas las historias de amor que se han forjado bajo nuestra atenta mirada, las peleas que hemos presenciado y las reconciliaciones. Piensa en que somos los padres de esta ciudad, de las vidas que laten tras cada una de las luces de las ventanas, pues hemos visto como han crecido y han madurado. Y no odies a los humanos, pues no todos son como los que llevan las demoledoras. Existe una minoría, con gran corazón, que ama el arte, y que enseñará a las generaciones venideras a amar el arte y la belleza.
- Te quiero mucho Adán.
+ Y yo a ti Eva, mi vida no hubiera tenido sentido sin ti.

Justo en ese momento, al pronunciar las últimas palabras de su vida, la bola de acero macizo golpeó la fachada de la iglesia, separando a las dos estatuas del resto de la estructura del edificio. Calleron al suelo, pero no se rompieron, a pesar de que la caída fue de 20 metros.
Eran dos figuras hermosas, perfectamente esculpidas. Un joven y una joven, con sus miradas cruzadas y fundidos en un abrazo de piedra eterno. Y así quedaron para siempre, porque lo que una vez el tiempo fundió, ni el golpe más fuerte puede romperlo.

MFV

5.7.11

Tiempo


Te conocí desde mi nacimiento,
sabiendo que tu cantidad es limitada.
Me enseñaron a disfrutar cada momento
y no dejar que la vida se esfumara. 

Pero pronto supe que eras mi enemigo,
el punto y final de cada historia.
Un miedo del que huyo y al que sigo,
la pesadilla eterna de mi memoria. 

Me hablaron de tu larga existencia,
de tus codiciados favores. 
Yo descubrí tu malvada indiferencia
y tus deseos mediocres. 

Nunca curan tus profundas heridas,
infligidas por el peso de tu arena,
que clavan tus afiladas manecillas
alargando el dolor creado por la pena.

Te llevaste las tardes en los bancos,
las miradas borrosas en la noche.
Me robaste miles de abrazos
y los cristales empañados en el coche. 

Tiempo, nos ahogas con tu fugaz viaje. 
Me matas con cada segundo
que me arrebatas sin preguntarme.

MFV

28.6.11

Locura

Tic-Tac, llegó la madrugada.
Estaba solo, quise ser fuerte.
Cerré puertas y ventanas,
pero solo retrasé lo inminente.

El reloj se quedó mudo
y el tiempo pasaba y pasaba.
Ni si quiera el Sol pudo,
evitar que la oscuridad llegara.

Todo era silencio,
todo era vacío.

Me ví en un precipicio,
ahogado en mi propio hastío.

Alcé la mirada,
intentando ver el cielo.
La Luna, triste me miraba,
susurránndome "te quiero".

Quería abrazarla,
pero mi alma no pudo.
Quería conocerla,
pero solo vi su rostro oscuro.

Me dí por vencido
mientras caía a lo más profundo,
a morir en el olvido.

Ven locura, ven.

Ven y dame un poco de ternura.

MFV

21.6.11

#15m


 No nació ayer, tampoco hace una semana,
fue el largo camino de la historia
el culpable de que el cambio comenzara.

Eran las voces de la memoria,
llamando a las puertas de las casas,
buscando a sus hijos descontentos. 

Estuvieron escondidos en las camas,
sumidos en sueños eternos,
con sus valientes espíritus en coma.

Pero un mar de gritos les despertó,
un bolsa de promesas rotas
que sobre sus vidas se rompió.

Andamos hacia un futuro mejor,
buscando contagiar esta locura. 

Todos hemos nacido en Sol,
pero acabaremos viviendo en la Luna.

MFV

18.6.11

Poesía

¿Por qué piensas que quiero tenerte?
¿Acaso el sol tiene a la luna?
¿O el mar es amo de sus peces?

Solo la poesía se adueña de un alma desnuda,
la cubre con un manto de versos
y la lleva lejos de tristes recuerdos.

Ni si quiera el cielo es padre de las nubes,
o el reloj señor del paso del tiempo,
o las miradas dueñas de sus cruces.

Mi cerebro no es dueño de lo que siento,
pues nado en un océano de estrofas,
que vio nacer en mí un nuevo sentimiento.

¿Por qué piensas que quiero tenerte?
La poesía es el faro que ilumina,
cada sendero en el que decido perderme.

Allí donde el mar muere,
viajará sin prisas mi corazón.

Allí donde las lágrimas se pierden,
ganará la poesía a la razón.

MFV

Ahora que estamos de exámenes, espero que puedas sacar tiempo para criticarme. Sonríe pequeño wookie :)

17.5.11

Noches de pasión

Cena, velas.
Chistes, miradas.
Alegrías, penas.
Abrigos, faldas.
Musas, sirenas
Farolas, luciérnagas.
Caminos, carreteras
Portales, legañas.
Puertas, linternas,
Besos, baladas.
Caricias, piernas.
Desnudos, sábanas.
Sexo, estrellas.
Tus ojos, mis lunas.
Mis noches, tus caderas.

MFV

9.5.11

¿Qué es la vida?

La vida se entiende como el periodo de tiempo que transcurre entre el nacimiento y la muerte de una persona.

Vivir es el llanto de un bebé,
la unión madre-hijo sin razón de ser.
La vida es crecer, aprender.
Se entiende por vida caer
y levantarse después.
Es peinarse una mañana
y a la siguiente también.
La vida es pretender volar,
sin importar a donde.
Un largo vuelo
en el que perdemos el norte.
Es una historia no escrita,
un libro siempre abierto.
La foto con el carmín de alguna chica,
la promesa de un futuro incierto.
Es un sí y un no,
la cara y la cruz.
Un largo trago de una botella de ron,
una breve mirada bajo la luz.
Es un armario vacío,
una carta por llegar.
El agua de un río,
que no sabe donde terminar.
El sol y la luna,
un mar de estrellas.
Un alma desnuda,
un infinito reloj de arena.
Es una cama sin hacer,
un desayuno rápido.
Son sonrisas por doquier,
el tiro errado de Cupido.
Es una gran victoria,
amargada por numerosas derrotas.
Es alcanzar la gloria,
perderse en tierras remotas.
Es un tren de madrugada
y su horario molesto;
es una cara congelada
en un invierno imperfecto.
Es fríoy es calor,
es un no saber como te lo digo,
pero te lo digo con amor.
Es quedarse sin palabras,
buscarlas en un diccionario.
Es encontrarlas entre las sábanas
y parar el tiempo en el calendario.
Se entiende por vida,
como la risa nerviosa antes de una cita,
como un beso con prisas,
como su pelo movido por la brisa.
Es un descolorido paso de zebra,
es un semáforo en ámbar.
Es el último turno de la sala de espera,
las Bermudas del triángulo de tu tanga.
Es la chica del gorro rojo,
el joven de mangas verdes.
Es el tic-tac de un reloj roto,
cada burbuja respirada por los peces.
Es el caminar lento en el andén,
la espera interminable en un portal.
Es un único viaje de ida en tren,
es el deseo de ser inmortal.
Es la última borrachera
antes de quedarse ciego,
el último conejo de la chistera
antes que la magia vuelva al desierto.
La vida son vinos y rosas,
la noche y el día,
son unas gafas de ver borrosas,
la silueta desnuda de la poesía.
Es un remedio para la tos,
una emocionante travesía.
Es un billete para dos,
en un antiguo tranvía.
Es el ayer y el mañana,
el efímero hoy,
es no saber a donde va mi caravana,
es no saber quien narices soy.
Es la ultima pelea
antes de poder decir,
que digan lo que digan,
¡QUE BELLO ES VIVIR!

MFV

7.5.11

Primavera olvidada.

En las lágrimas de un árbol
se reflejan las pestañas,
de aquellos sueños que quedaron,
cubiertos de telarañas.

Bajo la sombra de un cedro,
la tristeza abraza a la alegría.
Escriben en la madera un "te quiero",
soñando con un nuevo día.

Se cansaron de enseñar,
los charcos mirando al cielo,
como las nubes pueden volar,
sobre un mar color azul espejo.

Camina el viento sin saber
que bosque tiene que despertar.
Viaja preguntándose por qué,
las hojas olvidaron como volar.

MFV

7.4.11

Sueños

Cada noche le canto a la luna,
pero solo me escuchan las estrellas.
Estoy perdido en esta noche oscura,
olvidé mis pies en un mapa de carreteras.

Piedras que rompieron mis tejados
hoy son lecciones escritas en diarios,
buscaron escondite en mis manos,
soñando ser cantos rodados.

Las nubes escoden la luz,
de un sol ya quemado.
Cansado, duerme ya en el ataúd,
después de morir cegado.

Ya no hay frío en la nevera
que congele el tiempo del reloj.
Se quedó sin magia mi chistera
y en mi sombrero solo quedo yo.

Salté en medio de una caída
directo a un mar de cristal.
Ahogado quedé en mi propia vida,
ojos llorosos por culpa de la sal.

Desperté en mitad de un sueño,
en el que soñaba despertar
y comprobar que no podía ser cierto,
que hubiera olvidado como soñar.

MFV

5.4.11

Pequeña Olvido


Llegaste de madrugada,
sin llamar a la puerta.
Te escondiste bajo la almohada,
buscando en el techo
la luz de alguna estrella.

Con miedo andabas por la calle,
contando las nubes de gaseosa
que mojaban los retales
que cubrían tu alma curiosa.

Caíste en una historia interminable,
sin saber como empezar a cantar,
la letra de una cancion inolvidable
o el sonido de las olas del mar.

Cuéntame pequeña Olvido
que fue de tu tierna historia,
por qué lloraste lo perdido
en la cima de una noria.

Saltabas de página en página
persiguiendo la contraportada,
en medio de un laberinto sin salida
en el comienzo del beso de la cocaína.

Nunca entendiste el nublado otoño,
el morir de las hojas de una blanca amapola.
Como el viento arrancaba tu madroño
y la lluvia caía ahogando las farolas.

Por qué rápido el tiempo pasa
ante los ojos del anciano,
que busca la forma de llegar a casa
acompañado por el destino de la mano.

Por qué dos corazones juntos
lloran más que separados.
Por qué separan tantos mundos
la sonrisa de los enamorados.
Cuéntame pequeña Olvido
que fue de tu tierna historia
por qué lloraste lo perdido
en la cima de una noria.

Llegaste a tu antigua puerta
que una vez te oyó reír
pensaste que ya estabas muerta
pero te quedaba mucho por descubrir.

Que dos corazones unidos
sonríen más que uno en soledad.
Que hoy nadie llora por lo perdido,
pues tarde o temrpano llega la felicidad.

Pequeña Olvido, recuerda,
viniste a aprender de la vida,
que cada vez que te abren la puerta
regalas al mundo tu sonrisa.

MFV

Porque tras una tormenta, viene la calma. Después de un apagón de luz, reviven las bombillas. Tras un largo túnel, se ve la luz del sol. Al final de cada pesadilla, los sueños se hacen realidad. Al morir una lágrima, nace una nueva sonrisa. Tras una caída de párpados, hay un despertar de ilusión.
Porque siempre, y que nadie te diga la contrario, detrás de la oscuridad, tal vez muy al fondo, en la esquina de la habitación, hay esperanza y felicidad. Tan solo hay que abrir un poco más el alma, y cerrar un poco más los pensamientos.


22.3.11

Suma y sigue


Tranquila, gris nube,
no inundes tu pupila,
con lágrimas
que no saben a dulce.

Cristal sin reflejo,
enséñame
de donde vengo,
y hacia donde partiré.

Sonrisa de mártir,
cura la sangre,
del aquel dolido corazón
al que se le olvidó cómo latir.

Respiro sin pensar,
de donde viene el aire
o a donde el viento irá,
llevandose mis sueños
sin apenas preguntar.

Canto de sirena
mi alma inundaste.
Ahogado estoy de pena,
en el mar de tu saliva,
tu canto terminaste
y yo sigo anclado
en esta carretera.

Suma y sigue,
que aquí la resta no cuenta,
y solo vale,
aquel que logra
todos los sueños que persigue.

MFV

7.3.11

Ella


Ella fue
como un soplo de aire fresco.
Ahora no sé muy bien por qué
las penas me saben mejor.

Ella es
como la fría lluvia de primavera,
lágrimas tristes
que empañan mi turbia cristalera.

Ella será
como la arena entre mis dedos,
siempre algo quedará
tras una oleada de interminables besos.

Ella dejó
un apagado cielo sin estrellas,
sin nubes en el cielo
la lluvia ahoga siempre las aceras.

Ella tiene
un intenso brillo en la mirada.
Golpes sin suerte
rompen mis sueños de noches de almohada.

Ella cantaba
tristes canciones de amor.
Era una pobre balada
en busca de su último concierto de rock.

Ella fue
los cimientos de mi presente,
nunca dejará de ser
el tejado que me cubra al llover.

Ella, solo ella.
Yo, mitad yo,
pero su mirada me completa.

8.2.11

II

Silencio.

No sabía como, en medio de un griterío, todo sonido desapareció, toda garganta vibrando se estremeció y tuvo miedo de seguir emitiendo palabras. Nada, ni una brisa, ni el choque en la frontera entre la tierra y el olvido que suena en cada pisada de un largo caminar. Pájaros mudos, los gatos se comieron su propia lengua, no quedaba nada que estimulara el oído, ningún mensaje que emitir. Todo y nada, se callaron, para dar paso a un silencio.

No hay nada peor que quedarse sin emociones en la cabeza, sin frases, palabras, letras que introdujeran una idea en el pensamiento. Se le vino el mundo encima, pero en ese instante en el que veía todo perdido, toda su vida resurgió del silencio y entro en tropel en sus oídos, estremeciendo cada fibra de ellos. Voces retumbaban en su cabeza, diciendo poco y mucho al mismo tiempo, sin ningún criterio gritaban en su cabeza los recuerdos que nunca olvidó. De pronto, hubo claridad en la tormenta. Frases comenzaban a ser captadas, comenzó a oír de nuevo, a escuchar. Se sintió bien de nuevo. "Te quiero" después de aquel beso, "estoy embarazada", "vente a tomar unas cañas", "siempre estás ahí, eres un gran amigo"... Comenzó a poner sonido a sus recuerdos, aunque sin imagen alguna, pero no las necesitaba. Con una voz era feliz, y lo supo en seguida. De pronto, toda sensación y emoción desaparecieron, volviendo al comienzo.

Silencio, dulce silencio.

MFV

3.2.11

Refranes

Cuentan que es mejor un pájaro en la mano
que dejar que vuelen cientos de sueños,
cuyo nido fue una noche de verano,
cuyo destino serán las frías lágrimas
de las nubes en invierno.

Pobre gente madrugadora
que perdieron el reloj de sus mangas verdes,
ahora no saben la hora,
mañana no sabrán hacia donde van sus trenes.

La fuerza derrotó a la maña,
cerrando a su paso cualquier puerta.
Ahora no hay ninguna que se abra,
dejando a la esperanza durmiendo fuera.

Volaron las oscuras golondrinas
en busca del cielo del olvido,
se derrumbó el balcón de tu sonrisa,
se borró del horizonte nuestro camino.


25.1.11

Una sonrisa nueva

Aún queda tequila en la nevera,
para emborrachar a la pena
y celebrar con la tristeza,
que a ser feliz no hay quien nos pueda.

No hay pistola que asesine,
las palabras de esperanza
que han dibujado en los adoquines,
los niños desde las terrazas.

Ya no quedan lágrimas,
para inundar las sonrisas
de un mundo que canta unido,
el himno de una añorada alegría.

En las pesadillas ya no hay miedo
y ahora incluso ellas sueñan
con decir alguna vez "te quiero"
y dejar la oscuridad, por la luz de una estrella.

No hace falta estar en lista de espera
para recibir una sonrisa nueva,
basta con navegar por dentro de ti
y recordar que no hay nada mejor que ser feliz.


El vídeo, cortesía de una persona que cree que lo mejor está llamando a nuestra puerta. Así que, seamos buenos anfitriones.

4.1.11

Dos corazones

Puede que nunca se sepa
que el viento perdió su sonido
solo vimos una triste apariencia
que ocultaba un oscuro camino.

Demasiados finales malentendidos
que en realidad eran comienzos temidos.
La soledad no empieza en el uno,
ni caminar junto a una sonrisa
evita el fin del mundo.

Nadie compra más diarios,
no quieren escribir mentiras.
Los días mueren en los calendarios,
son las tumbas de las historias
que perduran en la memoria.

Las manecillas huyen de las horas,
no quieren recordar la pena
que sienten al romper las olas,
contra una playa sin arena.

Y en una sala sin butacas,
se proyectan desilusiones.
Ahora lloran los actores,
soñando tener una vida complicada.

Pero cuando el viento habla
y el camino deja de estar oculto,
dos corazones ganan la batalla,
por crear juntos un nuevo mundo.

MFV