27.11.11

Un amor de pocos

Bastó hablar de las palabras,
para que se las llevara el viento.
Fue observar nuestras miradas
cuyo cruce murió en el intento.

Tan solo la espalda lunar
para que las olas se detuvieran,
secando los sueños de cuna
de las vidas sin empezar.

Encontrar el sol en tu frío amor
para congelar mi alma,
buscar el invierno en tu mano
que caliente mi cama abandonada.

Odiar el regalo de tu sonrisa
por alegrar mis penas,
matarme sin ninguna prisa
en  las nubes de tu melena.

Subir desde el más alto cielo
al último de lo infiernos,
ser desgraciado es lo primero
cuando vives en el "querernos".

Vuela entre las piedras verdes
de agua roja y pura,
despertarme en los laureles
de tus piernas y tu locura.

Fue mirarte a los ojos
y cegarme con tus labios.
Un amor de los pocos
que olvidan los calvarios.


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