
Estoy perdido en esta noche oscura,
olvidé mis pies en un mapa de carreteras.
Piedras que rompieron mis tejados
hoy son lecciones escritas en diarios,
buscaron escondite en mis manos,
soñando ser cantos rodados.
Las nubes escoden la luz,
de un sol ya quemado.
Cansado, duerme ya en el ataúd,
después de morir cegado.
Ya no hay frío en la nevera
que congele el tiempo del reloj.
Se quedó sin magia mi chistera
y en mi sombrero solo quedo yo.
Salté en medio de una caída
directo a un mar de cristal.
Ahogado quedé en mi propia vida,
ojos llorosos por culpa de la sal.
Desperté en mitad de un sueño,
en el que soñaba despertar
y comprobar que no podía ser cierto,
que hubiera olvidado como soñar.
MFV
No hay comentarios:
Publicar un comentario