que te deja sin respiración,
como esa lluvia otoñal
que inunda hasta el corazón.
Llegó, llamó a la puerta y se quedó.
Me hizo soñar, me hizo reír y me hizo llorar.
Soñando estaba cuando se marchó
y llorando estaba cuando lo busqué.
Hoy sonrío cuando recuerdo,
aquel viento helado del que me enamoré.
MFV
MFV
"Yo es que no encuentro oraciones subordinadas de relativo, ni suplementos, ni atributos y por supuesto mucho menos, sintagmas preposicionales para describir lo genial que eres"
ResponderEliminarme gusta mucho :)